Hace poco, el mundialmente conocido cantautor Alejandro Sanz, publicó un mensaje en Twitter en el que decía «estar triste y cansado» y que incluso en ocasiones «no quería ni estar». Seguido de un mensaje más esperanzador, en el que aseguraba estar trabajando en ello para salir adelante. Este tipo de verbalizaciones, aunque no mencionen directamente la palabra «suicido» o sus derivadas, son realmente ideaciones suicidas, a través de las cuales una persona dice explícitamente que no quiere seguir con la vida tal y como la conoce. Son mensajes que asustan mucho (y con razón) y ante los cuales a veces es difícil reaccionar, es por ello que en este artículo vamos a ver algunas pautas de actuación ante la ideación suicida.

Normalizar el choque emocional
Que una persona asegure no querer seguir viviendo es algo impactante, que asusta mucho a toda persona que lo oye. Incluso a los psicólogos nos asusta escuchar este tipo de verbalizaciones en consulta, pese a que es algo que ocurre con mayor frecuencia de lo que muchos piensan. Es por ello que si alguien nos comunica que no quiere seguir viviendo (y no somos profesionales sanitarios) seamos comprensivos con nosotros mismos, que normalicemos que es algo que nos asusta y nos preocupa y es algo ante lo cual es difícil reaccionar.
Escuchar y no minimizar
Existen muchos mitos acerca del suicidio, y uno de ellos es que las personas que se quieren suicidar de verdad no lo dicen, directamente lo hacen, o dicho de otra manera: «la gente que dice que se quiere suicidar solo busca atención». Esto es completamente falso, si bien hay personas que no avisan de sus intenciones, mucha gente sí lo hace, y no por llamar la atención, si no por desesperación. Es por ello que no debemos minimizar este tipo de verbalizaciones, si alguien nos dice de una forma u otra, que «ya no quiere estar», debemos pararnos a escucharles, a preguntarles por ello y a escucharles activamente (para una pequeña guía de primeros auxilios psicológicos pincha en este enlace).
Empatizar con la emoción, no con la conducta
La empatía es fundamental a la hora de reaccionar ante la ideación suicida. Empatizar es entender la situación de la otra persona (no significa que tengamos que vivirla o ponernos en su piel), y hacerle ver que la entendemos. Si una persona está planteándose quitarse la vida es por que no ve un motivo para vivirla ni manera de encontrarlo. Debemos empatizar con este aspecto de desesperación, entender que la persona está en un hoyo tan profundo que no ve la luz del sol, pero no debemos empatizar con la conducta suicida. Esto significa que debemos normalizar su tristeza y frustración, pero NO NORMALIZAR que se quiera quitar la vida.
Ayudar a buscar ayuda
Esta acción debemos hilarla con el punto anterior, es decir que debemos normalizar la desesperación y frustración de no verle salida a la situación en la que estamos, pero que para eso existen profesionales especializados en ello. Debemos apoyarles en esa búsqueda, incluso acompañarles a la primera visita, ya sea con el médico de cabecera, psicólogo o psiquiatra.





Situaciones de riesgo inminente
Si creemos que la persona que tenemos ante nosotros corre el riesgo inminente de quitarse la vida debemos llamar lo antes posible al teléfono de emergencias nacional (112 en España) y no dejar a solas a la persona en cuestión en ningún momento.
Recursos gratuitos ante ideación suicida en España
Teléfono de la Esperanza: 717 003 717